Anti-eco-poesía
Por Patricio Tapia
Por antología se puede entender una selección de lo mejor, pero también un recorte temático en la obra de un autor. Hacer una sobre los asuntos ecológicos en Nicanor Parra es lo que ha llevado a cabo Niall Binns en El cielo se está cayendo a pedazos. Binns no sólo se limita a los “ecopoemas” nacidos de una suerte de pertenencia a la causa medioambiental del antipoeta a inicios de la década de los 80, sino que identifica la preocupación o la indignación en torno al asunto desde sus primeras obras. En el antipoema de su primer libro, “Los vicios del mundo moderno”, en que se ve al planeta como una “gran cloaca”, cree Binns encontrar la primera alusión a la contaminación atmosférica. Y así continúa a través de toda la producción de Parra, en libros, muestras, entrevistas, entregas en la prensa, “discursos” y artefactos. Parra considera su actividad como una militancia casi política: “Ni socialista ni capitalista / sino todo lo contrario: / ecologista”, es una frase que se repite, con variantes. En uno de sus “discursos de sobremesa” señala: “Entendemos x ecologismo / Un movimiento socio-económico / Basado en la idea de armonía / De la especie humana con su medio”. El recorrido por la obra de Parra es generoso y agudo, e incluye un poema inédito, de 2013, “Luz natural”, que termina diciendo:”¡Por una Patagonia sin represas!”.